La piel de Elisa, por Reina Rosko


Un extraño, casi metafórico, mal aqueja a Elisa. Igual de extraña será la terapia que deberá llevar a cabo, no para curar su mal, sino para momentariamente detener el avance de esa piel que crece sin control y que amenaza con romper los márgenes de su propio cuerpo y, de esa manera, borrar sus marcas identitarias, sus rasgos, todo aquello que la hace ella misma.
Lo curioso, y atrayente al mismo tiempo, es que el método para no desdibujarse se da a  través del relato de los amores de otros. Elisa cuenta con intensidad, prolija y minuciosamente, interpelando a los espectadores respecto a si somos capaces de sentir sus palabras, sus propias historias pasadas, otras quizás inventadas, algunas relatadas por terceros con una feroz apremio nacido del deseo de no desvanecerse, de no ser engullida por esas capas de piel que amenazan con hacerla desparecer. La pregunta de Elisa: “¿Me podría mirar las manos, por favor?”, refiere a la necesidad de reconocimiento, a la necesidad de que el otro reconozca que estoy aquí, que aún existo.
Como figura fantasmal, el muchacho, un personaje aquejado por la misma enfermedad quien pone en conocimiento de Elisa esta inverosímil receta. El relato, una escapatoria, el alivio tan necesario. En definitiva, el amor como la única alternativa para mantenerse vivo.
Y como tercer actor, el público, interpelado y remitido durante toda la obra, destinatario de las sonrisas y los llantos de Elisa, testigo de su historia y participe necesario de esta cura, porque la palabra no puede ser dicha en soledad.  
La puesta de Ignacio Catoggio, sobre una obra de la canadiense Carole Frechette, es de una gran belleza poética, navegando entre el existencialismo, lo onírico y hasta lo metafísico. Lorena Damonte realiza un trabajo impecable, tanto en la narración como en el manejo corporal. Es una actriz que nos deja con ganas de ver más de ella, por su intensidad y su capacidad para sostener sobre sus hombros y movilizar esta obra que es, en los hechos, casi un unipersonal.
Un gran acierto fue la inclusión de distintos dispositivos audiovisuales que acompañan y enmarcan la obra, realizados por Mauro Andrizzi.
La piel de Elisa se presenta los jueves 20:30 h. en la Sala El Tinglado, Mario Bravo 948 (4863-1188).



Ficha técnica:

Elenco: LORENA DAMONTE / IGNACIO CATOGGIO
Dirección General: IGNACIO CATOGGIO
Autora: CAROLE FRECHETTE
Versión: DANIELA BERLANTE
Diseño Audiovisual: MAURO ANDRIZZI
Montaje: FRANCISCO VÁZQUEZ MURILLO
Cámara: GALEL MAIDANA
Modelo: VERÓNICA BELLONI
Diseño Escenográfico: SEBASTIÁN ROSÉS
Realización: MARIANO SIVAK / CATALINA COMENTZ PAULOS
Diseño de Luz: DIEGO SCHIAVINI
Diseño de Sonido: SEBASTIÁN FRANCO
Diseño de Vestuario: FERNANDO MORE
Diseño de Maquillaje: CLARA DARÍN
Comunicación Visual: MANO LEYRADO
Fotografía: ELIANA SARRAF
Asistente Técnico: GASTÓN RE
Coach Actoral/Asistente de Dirección: LUCIANO LEYRADO
Producción General: ROCÍO FERNÁNDEZ SANSONE





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